Hoy en Sin Reblar....La Batalla de Bannockburnnnnnnnnn....ahivá que chorrazo!!!!!!!!
Escocia...he estado ya dos veces y no creo que sea la última, esta vez la recorrimos de este a oeste y de norte a sur, 3.200 kilómetros dan cuenta de nuestras andanzas, un país con una belleza natural increíble que acompañado con un pasado legendario dan un resultado envidiable. Nosotros tenemos mucha más historia y un pasado más rico que Escocia, por lo menos bajo mi punto de vista, sin embargo el cuidado y el trato que ellos tienen es cien veces mejor que aquí. Allí cuidan hasta las ruinas (algunas ruinas con más de 700 años), aquí las tiramos.
Un ejemplo claro de esto es el castillo de Urquhart, al lado de Inverness y a la orilla del Lago Ness. El castillo en si son cuatro piedras, tres lienzos de muralla y una torre que aún queda en pie. Sin embargo hay un centro de interpretación muy bueno, puedes entrar a ver un vídeo en una sala muy maja en el que te explican la historia del castillo, pero lo mejor viene cuando acaba el vídeo, suben la pantalla, abren la cortina que descubre un enorme ventanal y deja ver el castillo rodeado del lago y la belleza de sus orillas, por supuesto todo más verde que un chiste porno. Os aseguro que con ese paisaje te da igual que sean cuatro piedras o el Taj Mahal.
Tengo la suerte que mi novia tiene más paciencia que santo Job, por dos veces tuvimos que ir a Stirling y Bannockburn ya que la primera vez estaba lloviendo, a la segunda con sol y desde Glasgow nos acercamos. A Bannockburn a ver el campo de batalla y a Stirling a ver el monumento a Wiliam Wallace y donde estaba el famoso puente que se hundió bajo el peso de los caballos de guerra ingleses.
En Bannockburn hay poca cosa pero se respira historia, tan sólo campo y un par de monumentos en el mismo sitio donde se cree que Robert puso su tienda. También un centro de interpretación muy bueno, como no, que te explican todo lo que sucedió en la batalla, antes, durante, después, personajes, hechos, dichos, consecuencias, etc...lo dicho, muy bueno.
Bannockburn es un campo de batalla muy importante a raiz de lo que allí se dirimió, que fue la independencia escocesa sobre Inglaterra debido a la victoria sin paliativos de las huestes de Robert I Bruce sobre el ejército de Eduardo II.
Fue una batalla dividida en dos días, 23 y 24 de Junio de 1.314 y está comprendida dentro de las Guerras de Independencia de Escocia, ya se habían dado dos importantes como la de Stirling en la que Wallace derrotó a los ingleses, la de Falkirk, en la que fue derrotado y tuvo que huir hasta que lo apresaron y ejecutaron en 1.305.
Roberto I se convierte en rey de los escoceses en 1.306 después de hechos algo oscuros, como el asesinato de un pretendiente al trono más poderoso, más guapo, más elegante, mejor considerado y con más favor que el, John Comyn. Bruce le pego dos mojadas en el altar mayor de una iglesia, tierra sagrada, y un par de sus seguidores lo remataron, por supuesto fue excomulgado por esto. Estuvo deambulando por Escocia e Irlanda ya que Eduardo I lo quería cazar costase lo que costase, tuvo suerte ya que un año más tarde Eduardo I muere y bajo el reinado de Eduardo II la mayoría de las tropas inglesas en suelo escoces se retiran. Este hecho es aprovechado por Robert y sus seguidores para volver a Escocia y hacer una guerra de guerrillas al contingente inglés que quedaba.
Así estuvieron varios años hasta que el rey inglés decide mandar un fuerte ejército para acabar de una vez por todas con la tontería de Robert I.
23.000 efectivos ingleses contra unos 9.000 escoceses en un tiempo en el que los reyes combatían en primera linea con sus hombres. En realidad las fuerzas escocesas se hallaban sitiando el castillo de Stirling (que fue tomado por el conde de Moray) en poder inglés y el ejército de Eduardo II fue enviado para batir en retirada a los sitiadores. Una vez que se enteraron que venía ese ejército Bruce decidió dejar de hacer guerra de guerrillas y decidió enfrentarse a un ejército muy superior debido a la ventaja que le ofrecía el terreno, fueron a esperarlos un poco más al sur. Acamparon al otro lado del Bannock Burn y a lo largo del antiguo camino romano, un afluente del Forth (el que tuvieron que pasar los ingleses en Stirling y que fue su derrota), el cual los ingleses deberían de vadear para atacar a los escoceses. Sería a cara o cruz, no cabía otra opción que no fuera la victoria escocesa, de lo contrario Eduardo arrasaría Escocia.
El 23 de Junio se produce el primer encuentro donde el inglés ya se llevó lo suyo, sin embargo hay un hecho en este día que pudo cambiar las tornas y de hecho así pasó.
En la primera carga inglesa, caballeros y peones cargan contra las filas escocesas, concretamente contra el centro a cargo del rey, dentro del contingente de caballería se encuentra un apanterado joven ingles llamado Henry de Bohun, a su vez sobrino del conde de Hereford que comandaba la vanguardia inglesa al frente de la caballería. Ve la figura del rey escocés y no quiere dejar escapar la oportunidad de conseguir la tan ansiada gloria al derribar al mismísimo rey.
Entre la vorágine de hachazos, espadazos, destripamientos, coces y mordiscos va a tener lugar un combate de torneo.
A la izquierdaaaaaaaaaaaaa, montado sobre un impresionante caballo de guerraaaaaa de 1.000 kilossssss, con una bonita armaduraaaaaaaaaaa que reluce con el sollllllll y penachooooooooooo, armado con lanza de combateeeeeeeeeeeeee.....Henry de Bohunnnnnnnnnn!!!!!!!!
A la derechaaaaaaaaaaaa, montado sobre un Palfrey de apenas 500 kilossssssssssss, sin armaduraaaaaaaaaaaaaa y con hacha de combateeeeeeeeeeeeeeeee....Robert Bruceeeeeeeeeeeee, más conocido como "el rey".
Bohun pica espuelas en su montura, el suelo retumba como la semana santa en el Bajo Aragón, se dirige lanza en ristre hacía el rey, este que lo ve no quiere rehuir el combate, sería indigno y la moral de sus tropas caería como la bolsa, y eso que lleva todas las de perder. Robert aguanta y debido a la mayor movilidad de su caballo y a la suya propia evita la embestida del inglés y le mete el hacha hasta el cerebelo, la piña que le mete es tan sumamente enorme que Bruce se queda con el mango del hacha en la mano y Bohun se la lleva puesta y sin envolver.
Por supuesto las tropas de ambos bandos han visto el torneo al más puro estilo Cid Campeador, los escoceses están exultantes y los ingleses pues como que no las tienen todas consigo, de hecho sólo les encorren un poco para echarlos de allí. Primera victoria escocesa.
Segundo día, 24 de Junio, aaaaaaaacionnnnnnnnnn!!!!
Después a pretarse unas judiicas, huevos revueltos, tostadas y té con leche el ejército inglés con Eduardo a la cabeza se pone en marcha, aún no ha amanecido.
Estaba empeñado en tomar el castillo de Stirling, pero para ello tendría que derrotar al escocés, en la otra orilla del Bannockburn queda muy poco de ejército escoto, Eduardo pensaba que sólo habían dejado una muestra para vigilar sus movimientos, así que toma la peor decisión de todas, ordena a su ejército que vadee el río, cuando estaban acabando de pasar y a medio formar en la otra orilla, aparecen del bosque cercano el resto del ejército enemigo, regimientos de schiltroms (infantería con picas) forman en vanguardia, están armados con largas picas pero esto los ingleses aún no lo saben. Esta táctica la empleo Wallace en Stirling y le dio gran resultado, copiada a su vez del más grande, Alejandro Magno y sus magníficas falanges.
A Eduardo esto le pilla por sorpresa, así que no le queda otra opción que presentar batalla con los escoceses delante y el río detrás...mala elección.
Ordena una carga general, por supuesto en esta carga están 700 magníficos integrantes de la caballería pesada inglesa, temida hasta en el infierno. Cargan contra el ejército escocés, con una carga como está en Falkirk la caballería escocesa se cagó en los pantalones y se largaron dejando a Wallace más tirado que una colilla. Ver una carga de estas dimensiones con esos enormes caballos de guerra tuvo que ser un espectáculo grandioso...si estabas en el bando correcto.
Pero está vez es diferente, cuando la caballería enemiga está a pocos metros y ya sin tiempo de frenar a sus monturas, los schiltroms suben sus lanzas en lo que se convierte en un auténtico muro de picas, cientos de caballeros y monturas son empalados, tirados al suelo y rematados.
La infantería inglesa que venía por detrás y viendo la escabechina de sus compañeros de armas ya no corrían tanto hacía el enemigo, es más, incluso se pararon y pusieron pies en polvorosa al ver avanzar a los de Bruce con renovados bríos, pendones al viento y desmelenados.
La caza del inglés fue de serie B, los acorralaron entre el Bannockburn y el Forth, aquello debió ser como Cannae, los ingleses se defendían como podían, pero era imposible sostener el empuje escocés, los ingleses caían a uno y otro río, unos intentando escapar, otros desfallecidos y otros muertos. Se dice que al final de la batalla se podía pasar el Bannockburn de lado a lado sin mojarse los pies debido a la gran cantidad de cuerpos.
La derrota inglesa fue enorme, unos 12.000 cuerpos ingleses quedaron para siempre en los campos de Bannockburn y en el camino hasta territorio inglés, 150 kilómetros más al sur, ya que mucha infantería murió perseguida por el ejército de Bruce y por los mismos aldeanos durante este trayecto, vamos, la vida de un conejo y de un inglés valían lo mismo.
Bruce y sus hombres consiguieron la independencia de Escocia (verdaderamente llegó 10 años más tarde) que duró hasta el siglo XVII y Bruce se reforzó de una manera importante, ya nadie osaría decirle que era rey a medias y de malas maneras.
En 1.329 toda la nobleza inglesa firma una declaración, más conocida como "La Declaración de Arboath", donde le escriben al Papa diciéndole que Escocia tenía el derecho de ser libre, que se podía defender ante otro ataque ingles, que perdonara a Robert Bruce de su excomunión ya que no era tan malo, que los nobles elegían al rey y no Dios, vamos era una declaración adelantada a su tiempo en la cual el poder era por y para el pueblo, no era del rey, que era elegido por todos los nobles...bueno, esto en teoría.
Pero lo que resalta de esta carta es la siguiente frase "porque, mientras queden al menos cien de nosotros, nunca seremos reducidos bajo el dominio inglés. No es en verdad por gloria, ni por riqueza, ni por honores por lo que luchamos, sino por la libertad -sólo por ella, que ningún hombre honesto entrega sino con la vida misma."
Más cosas, Robert Bruce cumplió un último sueño, luchar en las cruzadas. Robert murió en 1.329 se cree que de lepra, igual que su padre, pero su corazón embalsamado se lo llevo consigo Sir James Douglas, amigo personal.
Fue en España en la batalla de Teba, en la provincia de Málaga. Alfonso XI de Castilla le comentó que de camino a Tierra Santa podía hacer un alto en la península y darse unos mandobles contra los nazaríes para calentar. Douglas aceptó el ofrecimiento y un caluroso día de Agosto de 1.330 forman delante del enemigo musulmán. Douglas comanda un contingente de caballeros escoceses y ni corto ni perezoso después de arengar a los suyos lanza el corazón de Robert entre las filas nazaríes, aragoneses y castellanos flipan, los escoceses poseídos por Marte salen como balas hacía las filas contrarias, los nuestros salen detrás. Victoria cristiana y Douglas muerto, pero el rey había ganado otra batalla más.
Y la última, el grupo de folk escocés The Corries escriben en 1.965 una canción llamada "Flower of Scotland", la canción está basada en la victoria escocesa en Bannoockburn. No es hasta 1.974 cuando se empieza a popularizar como el himno no oficial de Escocia. Rápidamente es adoptado como tal por los seguidores de la selección nacional de rugby.
La canción fue utilizada como "himno" en 1.990 en Murray Field en un partido memorable. Escocia e Inglaterra se enfrentaban en el último partido del Cinco Naciones de rugby, con los equipos formados en el campo, 65.000 gargantas rompieron a cantar "Flower of Scotland" empujando a sus jugadores hacía otra nueva victoria, 13-7 victoria y Grand Slam.
Yo no se a vosotros, pero a mi se me ponen de corbata. Y a los jugadores ingleses más.