jueves, 14 de abril de 2011

Faraón y General: Tutmosis III


Nunca antes se había hecho algo parecido y nunca después se llego a igualar. Así podemos presentar al faraón más importante de los 3.000 años del Imperio Egipcio, Tutmosis III, también conocido como el Napoleón egipcio y precursor de Alejandro Magno. Empezamos.

Fue el sexto faraón de la XVIII dinastía, esta reina en Egipto desde el año 1.567 hasta el 1.320 a. C. y el reina desde el 1.479 hasta el 1.425, 54 años de reinado, lo que le convierte en el segundo más largo, sólo superado por Ramses II con 66 años. Bajo su mandato el Imperio llegó hasta donde nunca había llegado, desde el reino de Niya en la Siria actual, hasta la cuarta catarata del Nilo, al norte de Sudán, esto lo consiguió mediante 17 campañas militares. Es el Imperio Nuevo, la época más gloriosa de Egipto.
Era hijo de su padre Tutmosis II, como es lógico por otra parte, y de una concubina real que no era nadie en la corte, pero como su padre murió sin descendencia masculina de su Esposa Real, Hatshetsup, este fue nombrado faraón, al ser un querubín compartió regencia con su madrastra-tía-faraón (autonombrada) Hatshepsut durante 22 años, famosa por ser la primera mujer-faraón, por dejarnos su templo funerario Dyeser-Dyeseru en Deir el-Bahari y por ser la reina más importante de Egipto . Durante este tiempo esta a la sombra, pero ya de muestra sus dotes al mando del ejército egipcio.

Con la muerte de su madrastra, el joven faraón se descubre ante su pueblo como un genio militar y un buen gobernante, llevando al máximo esplendor al Imperio. Nada más morir Hatshepsut, varios pueblos que estaban bajo el yugo egipcio y aprovechando el supuesto desgobierno, Kadesh, Canaan, Megido y Mitani deciden unirse y para quitarse de encima el dominio faraónico, deciden avanzar hacia Egipto, Tutmosis reúne a su ejército, en torno a 15.000 hombres, y marcha hacía el levantisco territorio. Las fuerzas enemigas estaban cerca de la ciudad de Meggido, 90 kilómetros al norte de la actual Jerusalem, tiene tres rutas por las cuales avanzar, una al norte y otra al sur más fáciles y amplias, aunque más largas que rodeaban la cadena montañosa tras la cual estaba Meggido, Tutmosis en la primera muestra de genialidad o de una locura juvenil, según se mire, opta por una tercera opción más corta pero mucho más peligrosa y dada a emboscadas, que es atravesar por un estrecho paso, el de Aruna, las montañas y pillar con los pantalones bajados al enemigo. Metiéndose por aquí, consigue anular la superioridad de los carros de guerra enemigos que se desenvuelven muy bien en amplios terrenos. La victoria es total, es más, los supervivientes corren a refugiarse en la ciudad, la cual, tras 7 meses de asedio destruye hasta los cimientos.
3.500 años después sigue siendo un territorio muy conflictivo que no ha tenido muchos momentos de paz desde aquella época.

Esta es la primera batalla de la historia que se tiene constancia por escrito, sabemos donde ocurrió, como ocurrió, quien estaba allí, bajas e incluso los días exactos que trascurrieron desde que salieron de Menfis hasta que llegaron a Megido, 41 días, y por donde pasaron. Todo esto y mucho más se encuentra cincelado en una pared del Gran Templo de Amón en Karnak, mide 8 metros de altura y unos 13 de longitud y se llaman los "Anales de Tutmosis III". Nos relata todas las expediciones del faraón, sus batallas, sus triunfos y los tributos recibidos desde todos los rincones de su Imperio. Aparte de esta pared, sabemos mucho acerca de este faraón gracias a su escriba principal y comandante Thanuny.


Una parte del Ipad de piedra de Karnak.

Esta claro que todo lo que provenga de una sola fuente, y más tratándose de un faraón hay que cogerlo con pinzas, pero la arqueología se ha encargado de demostrar que toda la propaganda que se exhibe en Karnak es en una gran parte cierta, ya que tampoco cuenta muchas exageraciones, es más, es bastante fiel a la realidad, cosa bastante rara.
Lo que no nos creemos, por ejemplo, es lo que dice el poema de Pentaur en la que se narra la batalla de Kadesh, encargado por el faraón Ramses II y que dice que el solito se metió de cabeza en la batalla ante 2.500 carros y 7.500 hombres, sólo armado con su espada y su carro...y encima los derrota, que menos, claro, que cuando tu brazo es armado por Amón la cosa cambia y mucho...aunque no tanto.
Esta es la batalla más importante dentro de las 17 campañas que emprende el faraón, con la victoria se hace con el control de todo el norte de Canaan y todo bicho viviente en la zona le rinde tributo, más allá del Eufrates los reyes babilónicos, asirios e hititas le mandan regalos como muestra de buenrollismo, no se doblega el reino de Mitanni...los pobres más adelante recogen los dientes del suelo.
Tutmosis hace siempre lo mismo con buenos resultados, "coge" como rehenes a los herederos de las noblezas conquistadas, los lleva a la corte y allí los educa al modo Imperial, para luego llevarlos otra vez a sus lugares de origen para que gobiernen de acuerdo a los mandatos del faraón.


Esta es la ruta que tomo Tutmosis III

Una muestra más de brillantez la encontramos en su octava campaña, no se olvida de sus "amigos" de Mitanni, instigadores de la revuelta de Meggido, este territorio se encontraba en lo que es ahora Iran, Irak y Turquía. Parte de su ejercito embarca en Egipto y toman puerto en Biblos, actual Líbano, el faraón con el grueso del ejército toma la ruta terrestre hasta la misma ciudad, allí se reúnen todos, para llegar a Mitanni había que pasar el Eufrates, así que decide llevarse los barcos por tierra para cuando lleguen al río, vadearlo sin problemas. Los transporta en grandes carros tirados por bueyes, estamos hablando de no menos de 600 kilómetros por el desierto, ojo, y sin aire acondicionado. Evidentemente los dirigentes de Mitanni no esperaban un ataque por sorpresa de los egipcios y caen sin apenas oponer resistencia.
En 12 años conquista los territorios que hoy conocemos como Oriente Próximo y Oriente Medio. Hay que decir que sus enemigos no es que fueran la IX Legión Hispana, pero no estaban lejos del potencial egipcio, sin embargo los superaba en genio militar, táctica y rapidez. Pero no perdamos la perspectiva, estamos hablando de hechos que sucedieron hace 3.500 años. Fue el Imperio más grande de su época.

No todo fue guerra y conquista, también se dedico a la construcción, de hecho sólo es superado, otra vez, por Ramses II en su fiebre constructiva. Bajo su mandato se alcanzaron nuevas cotas de expresión, construcción e ingeniería, hay que entender que entraba riqueza en el país a toneladas. Sobre todo le dedico muchos esfuerzos al templo de Amón en Karnak, había que tener contentos a los sacerdotes del dios.
No sólo conquisto el Imperio Egipto tal y como se conoció en su época, si no que además lo gobernó con bastante mano izquierda, en todo el territorio conquistado intentó y consiguió que se hablara una misma lengua, se hiciese una misma política y se viviera igual desde el Eufrates hasta Nubia. Sentó las bases del Imperio.
Sobre su vida, la mundana, hay varias teorías no muy loables pero hasta cierto punto entendibles en aquella época. Estaba muy cansado de la corregencia con su tía, esta quería perpetuar una dinastía femenina de reyes y ordeno heredera a la princesa Neferura, su hija. Pero en un año, allá por el 16 de su reinado, murieron sus dos grandes apoyos en la corte, Hapuseneb, primer sacerdote de Amón y Senenmut segundo dirigente de Egipto sólo por detrás de Hatshepsut, y su propia hija...¿casualidad?...no lo creo. Pero aún aguantó el tipo durante 6 años más. Murió de manera natural.
Tutmosis III es enterrado en el Valle de los Reyes, pero como suele pasar en estos lares, no pudo dormir tranquilo ni aún después de muerto. Su momia fue trasladada a la tumba conocida como DB 320 en Deir el-Bahari, esta tumba fue construida hacía el año 1.000 a.C. para un sumo sacerdote de Amón, Pinedyem II, pero estaba tan bien escondida que se acordó trasladar en esa misma época las momias y parte de los ajuares de al menos 50 faraones y personajes importantes, o por lo menos lo que quedaba de ellos, ya que algunas tumbas donde estas se encontraban ya habían sido saqueadas.
Su tumba original es increíble y muy diferente a la de cualquier faraón de la época, sus pinturas, en una gran mayoría son figuras muy esquemáticas, de un trazado tan simple que parecen de cómic.


Una muestra de las pinturas de la tumba de Tutmosis III

Y ahora vamos al porque de su comparación con Alejandro Magno.
-El paso del Eufrates por Karkemish, actual Turquía, se compara con el paso del Gránico por Alejandro, es cierto que Alejandro lo hizo a pelo, pero el caso es que consiguieron lo mismo, con audacia coger al enemigo por sorpresa y derrotarlo.
-Alejandro a su llegada a Egipto, que hay que recordar que fue nombrado faraón, hizo construir un capilla en el templo de Karnak donde el macedonio junto a Tutmosis III están representados como oferentes a Amón. Dos grandes conquistadores juntos.
-Alejandro con 25 años ganó la batalla de Gaugamela y Tutmosis con 25 también la batalla de Megido, las dos muy importantes para sus intereses, y ambas ganas con tácticas geniales y con participación muy directa de los dos generales.
-Los dos consiguieron conquistar Asía, si bien es cierto que Alejandro llegó hasta la India y Tutmosis se quedó en Irak, pero insisto, 13 siglos antes.

Y para acabar, se le llama el Napoleón Egipcio porque cuando se descubrió su tumba, en un primera medida de la momia daba poco más de 1,60, y como ya se sabía que había sido un grandísimo general...el mote vino sólo. Manda narices que te descubran 3.500 años después de ser enterrado y lo primero que te digan sea "metro y medio". Ahora se sabe que medía 1.75, pero cualquiera le cambia ahora el nombre.

Si os interesa más este personaje, os recomiendo este libro, Thutmosis III: El Faraón que creó el Imperio Egipcio. Yo aún no lo tengo, pero caerá en breves.










1 comentario:

  1. ¡¡Qué bien, ya era hora mandril!! como siempre en tú linea, ha molado mazo la entrada. No lo dejes melón.

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