Si algo nos creemos en occidente es ser el ombligo del mundo. Sabemos entre poco o nada en relación a la historia, obras y milagros de las culturas orientales, cuando nos han llevado siglos de ventaja en muchos aspectos.
Hoy hablaré de la Flota del Tesoro, comandada por el almirante Zheng He, que deja en un juego de niños toda la tecnología puesta en escena por occidente a este respecto durante cientos de años.
Lo primero de todo es saber quien fue este hombre. Nace en 1371 en una pequeña aldea dentro de la provincia de Yunnan, dentro del imperio Ming, no era chino de pura raza (han) y pertenecía a una etnia inferior, de hecho su familia procedía de un general del mismo Genghis Khan, era musulmán, fue capturado por las tropas Ming, castrado y enviado al servicio del futuro emperador, Yongle. Fue ascendiendo en el escalafón militar hasta convertirse el almirante.
Cuando el emperador Yongle alcanzó el poder emprendió varias empresas para legitimarse en el trono, una de ellas fue crear la Flota del Tesoro comanda por Zheng He, una flota enorme que durante siete viajes a lo largo de 28 años, navegó hacia occidente, llegando hasta el Canal de Mozambique, para crear lazos diplomáticos, comerciar, explorar...y para alimentar la megalomanía del emperador, que era bastante grande. Es curioso como en ningún momento estos viajes se utilizaron ampliar el propio imperio ni conquistar nuevos territorios, de haber sido así, la historia hubiese cambiado bastante, pero por aquella época los Ming no pensaban así.
Todo el día viajando, ¡qué sin vivir! |