Este pasado fin de semana he estado en Barcelona de visita, había
estado otras muchas veces, pero siempre metido en un pabellón de deportes,
practicando Kendo, y la verdad, Barcelona no la conocía.
Me he llevado un par de sorpresas muy
agradables, hablaré de una de ellas, las Reales Atarazanas y la réplica de la
galera insignia, llama Real, desde la cual don Juan de Austria comandaba la
flota cristiana en Lepanto. Fue construida en 1971, con motivo del 4 centenario
de la victoria.
Hoy en día las Reales Atarazanas son la
sede del Museo Marítimo de Barcelona, el edificio primigenio fue la sede del
arsenal de galeras al servicio de la Corona de Aragón, pudiéndose construir hasta 30 naves a la vez, fueron mandadas levantar por Pedro III el Grande a
finales del siglo XIII.
Con el paso de los siglos el edificio
sufrió varias ampliaciones hasta que en 1745 la fabricación de galeras se
traslada a Cartagena, dando paso a un nuevo uso, fábrica de cañones y parque de
artillería, en 1935 el Ejército cede a la ciudad de Barcelona
la gestión de las instalaciones, y a partir de 1941 es la sede del Museo
Marítimo. En 1976 fue declarado Monumento Histórico y Artístico.
Además durante estos últimos 4 años se ha procedido a excavaciones arqueológicas, encontrándose una necrópolis romana y
hallazgos que suponen saber mucho más de cómo era la Barcino romana y como ha
cambiado la línea de costa desde aquel entonces.
El edificio, tal y como está ahora mismo,
es una maravilla, gracias a la última restauración que fue entre 2010 y 2012.
Es el único en Europa en su género.
Pero lo mejor está dentro, la réplica de
la Real. Por más que hayas leído al respecto de Lepanto y sepas como eran estas naves, hasta que no he visto en persona la embarcación en cuestión,
no me he hecho una idea clara. Además entré el primero y estaba sólo, pude
dar varias vueltas alrededor de la galera en absoluto silencio. IMPRESIONANTE.